es un estigma tratado con el encierro
Se cubren los labios, se cubren las manos
se cubre la cara
y los párpados aparecen como dos planetas
despoblados
en medio del gesto que inútilmente esterilizamos
No hay espacio para el abrazo
y los besos han pasado a ser el mito
de una civilización que creía
en la magia de los ocasos
Yo miro arder los días
confinada en la lenta cirugía
que el silencio
ejerce sobre mi casa
que contiene mis emociones
como un cofre sellado
con magma blanco
Afuera
la mutabilidad de lo invisible
se convierte en letal respiro
su arma, el tacto
su himno, la muerte
y no es posible salir gritando
porque corremos el riesgo
de contaminarnos.
No he vuelto al trabajo
Las escuelas y las oficinas
los parques y las bibliotecas
parecen urnas vacías
posibles ruinas
posibles tumbas
en tiempos de contagio
Me han pedido que detenga el rumbo
que vuelva a casa
con las manos vacías
sin milagro
que sostenga
una luz
para la tiniebla
allá afuera
Y yo alucino
aquí sentada
intentando que de mi vista
surja una ventana
que logre explicar
la vida detenida
en este relato
de fallida trama
Yo me pregunto
¿qué falsa ficción?
¿bajo el conjuro de qué dios impar perdimos el privilegio de estar en el mundo?
Me piden que durante el encierro aprenda un idioma nuevo
yo me empeño en descifrar la lengua quieta de las plantas que junto a mí
van transformando su esqueleto
Me ofrecen itinerarios para engañar a cada hora
mi agenda es un mutismo lleno de mentira
Lo cierto es que el tiempo encerrado se va comiendo los días
y no importa si es lunes o martes
algunas personas han quedado atrapadas en el triste azul del jueves
A veces
yo pienso
que el mundo
se está sacudiendo
la abrasiva plaga
que somos
y que sobre nuestros cuerpos ya finados
crecerá la hermosa hierba
cantará la rana
bajo un cielo más azul
más eterno
Y no sabremos más herir
porque la memoria de lo humano
habrá sido un cuento
que alguien olvidó decir
Mientras
aquí
en mi casa
muy adentro
alma y fenómeno se estrellan en el suelo
De ese fragmentado encuentro
surge un nuevo aire
una rama reciente en las entrañas del pensamiento
una voz que deja caer sobre mis labios
al pájaro que creí muerto
Canta
Canta
Canta
Canta
Bate sus alas
Hace nido en mi pecho abierto
Nancy García Gallegos (Aguascalientes, 1983) es poeta, investigadora, tallerista, gestora cultural e improvisadora vocal. Estudió la maestría en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Guanajuato y la Universidad de Buenos Aires (UBA). Parte de su obra poética ha sido publicada en las antologías: Voces abiertas (Instituto Cultural de Aguascalientes, 2005), Contorno del fuego (Instituto Cultural de Aguascalientes, 2003) y Las avenidas del cielo (UAA, 2017). Forma parte del dúo de improvisación sonora Reptil incendiado (2016) y de Coetánea, organismo autónomo enfocado en la creación de una nueva teoría sobre la escritura y sus expansiones (2010). Co-dirige Sala Silvestre, foro cultural de gestión libre (Ags-Dgo), desde 2016. Actualmente coordinada talleres enfocados en el desarrollo de procesos creativos para la escritura en diversos centros culturales y de manera independiente. También es coordinadora y creadora de contenido especializado en l plataforma digital de arte contemporáneo Snob Club.