LA HORA DEL ACUARIO.
Hay una exaltación en la sala que no puedes conectar con nada. Los minutos se concentran en los dedos rígidos ininteligibles, aunque con violencia certera ¿Qué le pasa al hormigueo de tu cuello que gradualmente se mezcla entre la incomodidad de las texturas y la fachada volátil de este cuarto? El sudor como preámbulo se te agudiza cada diez segundos. Luego lo transformas en gestos, en calamidades profundas, hondísimas, que desenfrenadas buscan succionar la poca estabilidad que nos queda en este intercambio del caos, de ruidos y de memorias incompartibles, de terribles recuerdos de situaciones incómodas y duras; ásperos rasgueos quiebran el cuadro, como una canción esquizofrénica: rasguños, rastros, rostros, retazos, ramificaciones, registros infinitos, perturbantes, atemorizantes, colocando al límite lo tangible. Salen y entran. Encajan y penetran. Van y regresan para repetirte que no puedes escapar de ti mismx. De nosotros mismxs. El temblor de tu cuerpo y el tintineo eléctrico son tu sensibilidad expuesta que se manifiesta a través de las miradas desordenadas. Los pensamientos saben bien dónde anclarse; perezosos pasan horas inventando estrategias para hacernos enloquecer. Tratas inútilmente de neutralizar las voces hablando más fuerte con las personas que te rodean. Mientras yo, exaltado con cada palabra que expulsas trato de que regreses para confortarnos. Hablas de tus planes, de tus éxitos inventados, de lo mucho que disfrutas un disco o un análisis cinematográfico, de que la estética de esto es mejor que la de aquello, de que todxs son lxs peores cínicxs pero que tu cinismo es justificable porque haz leído apenas unas líneas de algo que lo respalda. De pronto otro pensamiento incrustado de golpe pues tal vez las dinámicas sociales son una mierda pero estás ahí parad (a/o), alimentando la antítesis de tu p o s t u r a i d e o l ó g i c a … y los discursos se vuelven grises logrando que el ardor de las repeticiones se aferren a tu cuerpo. Que no importa porque al final nada vale… ni valdrá. Estás en La Hora del Acuario, y te preguntas: Si nada es nada ¿Nada habrá que interpretar jamás? Cortas la conversación con la persona inteligentísima con la que hablabas. Te emite un gesto de confusión por lo que delata tu rostro. Sin pensarlo te desplomas en el sillón. Las voces estamos ahora afuera y te observamos junto a las personas que están en la sala y ese placebo, perpetuando una calma amorfa te dice que tanta violencia no puede salir de tu cabeza. Sales de la sala y tomas un respiro hondo: al mirar atrás todo será un sueño.
Canción sugerida: Standstill- La Hora del Acuario.
IV
Si cierro los ojos sé que existo.
Si pronuncio esas palabras ¿Es más verídico que lo anterior?
Las palabras precisas, agigantadas por los humanos, dotadas de raíces y arraigos pueden también ser vacíos intermitentes: El mundo, la tarde, la mirada, el momento, el tiempo, el espacio, la órbita que existe entre mi cuerpo y el tuyo tienen una carga de significado que no tiene qué ser tangible…
Y la boca sangra y espera la efervescencia de un arraigo.
Porque sin eso no somos nada
¿Pero en verdad somos algo?
Por otra parte ¿Quieres La Noche? Te la doy, pero desiste de la luz y procura su espesura. Te la doy cuando dejes a un lado tu cuerpo de herencia, tus movimientos secuenciales de vidas enteras. Por otro lado, si digo que el mar es amarillo ¿Me creerías? Te regalo sus movimientos, si prometes cerrar los ojos fuerte y envolverte en intensidades sensoriales de temperatura y texturas.
Te invito a este plano de arbitrariedades con un solo guiño:
Quitar el centro.
Las cosas son animales, las plantas espacios, los seres pensamientos, las luces consistencias, las estrellas regalos del momento. En esta noche, en este mundo, todo representa cualquier nada y solo de ser necesario, cosas.
Tú eres yo, y yo apenas comienzo el destello desmedido.
La volatilidad de un respiro y el sonido de la calma cargada de plenitud.
La mirada ya nublada distingue que esto es una sensación primigenia.
Canción sugerida: Still Corners- In the middle of the night
Hora muerta
Curiosa
la hora muerta
asoma
su cadáver
afilado
…
E s p e r a
y
o b s e r v a
.
Apresurado
espectro
que
increpa
el
sólido
color
de
mis ropas
,
Lame
su
lengua
afilada
heridas
de
mi cuerpx
desnudx
.
Detiene
la
mirada
en pared
texturizada
(asegurando
el mareo
no emane
de mi
sino
de la
violenta
introspectividad
del reloj)
.
.
.
En seguida
mi memoria
olvida
sus
deberes
mentales
cayendo
en
arbitraje
ocioso
,
mutable
vorágine
de
sacrificios
abyectos
:
Solo flota
la ficcional idea
de ser
el elemento
constituyente
de una
armonía
abstracta
.
Quiero decir
que solo flota
la idea
del elemento
.
Quiero decir
que la armonía
no es abstracta
sino constituyente
.
Quiero decir
:
la curiosa hora muerta
es el elemento
que flota
al ser
y reformula
los algoritmos
en todas sus posibles causas
.
Quiero decir efectos
.
Quiero decir que reformula al ser
y los algoritmos flotan
.
Quiero decir
que la hora muerta
está viva
en la semántica
de mi memoria
,
quiero decir
‘La sombra
que nunca estuvo antes
es la metáfora
de este último verso’
.
Canción sugerida: Do Make Say Think-1978
Hay una exaltación en la sala que no puedes conectar con nada. Los minutos se concentran en los dedos rígidos ininteligibles, aunque con violencia certera ¿Qué le pasa al hormigueo de tu cuello que gradualmente se mezcla entre la incomodidad de las texturas y la fachada volátil de este cuarto? El sudor como preámbulo se te agudiza cada diez segundos. Luego lo transformas en gestos, en calamidades profundas, hondísimas, que desenfrenadas buscan succionar la poca estabilidad que nos queda en este intercambio del caos, de ruidos y de memorias incompartibles, de terribles recuerdos de situaciones incómodas y duras; ásperos rasgueos quiebran el cuadro, como una canción esquizofrénica: rasguños, rastros, rostros, retazos, ramificaciones, registros infinitos, perturbantes, atemorizantes, colocando al límite lo tangible. Salen y entran. Encajan y penetran. Van y regresan para repetirte que no puedes escapar de ti mismx. De nosotros mismxs. El temblor de tu cuerpo y el tintineo eléctrico son tu sensibilidad expuesta que se manifiesta a través de las miradas desordenadas. Los pensamientos saben bien dónde anclarse; perezosos pasan horas inventando estrategias para hacernos enloquecer. Tratas inútilmente de neutralizar las voces hablando más fuerte con las personas que te rodean. Mientras yo, exaltado con cada palabra que expulsas trato de que regreses para confortarnos. Hablas de tus planes, de tus éxitos inventados, de lo mucho que disfrutas un disco o un análisis cinematográfico, de que la estética de esto es mejor que la de aquello, de que todxs son lxs peores cínicxs pero que tu cinismo es justificable porque haz leído apenas unas líneas de algo que lo respalda. De pronto otro pensamiento incrustado de golpe pues tal vez las dinámicas sociales son una mierda pero estás ahí parad (a/o), alimentando la antítesis de tu p o s t u r a i d e o l ó g i c a … y los discursos se vuelven grises logrando que el ardor de las repeticiones se aferren a tu cuerpo. Que no importa porque al final nada vale… ni valdrá. Estás en La Hora del Acuario, y te preguntas: Si nada es nada ¿Nada habrá que interpretar jamás? Cortas la conversación con la persona inteligentísima con la que hablabas. Te emite un gesto de confusión por lo que delata tu rostro. Sin pensarlo te desplomas en el sillón. Las voces estamos ahora afuera y te observamos junto a las personas que están en la sala y ese placebo, perpetuando una calma amorfa te dice que tanta violencia no puede salir de tu cabeza. Sales de la sala y tomas un respiro hondo: al mirar atrás todo será un sueño.
Canción sugerida: Standstill- La Hora del Acuario.
IV
Si cierro los ojos sé que existo.
Si pronuncio esas palabras ¿Es más verídico que lo anterior?
Las palabras precisas, agigantadas por los humanos, dotadas de raíces y arraigos pueden también ser vacíos intermitentes: El mundo, la tarde, la mirada, el momento, el tiempo, el espacio, la órbita que existe entre mi cuerpo y el tuyo tienen una carga de significado que no tiene qué ser tangible…
Y la boca sangra y espera la efervescencia de un arraigo.
Porque sin eso no somos nada
¿Pero en verdad somos algo?
Por otra parte ¿Quieres La Noche? Te la doy, pero desiste de la luz y procura su espesura. Te la doy cuando dejes a un lado tu cuerpo de herencia, tus movimientos secuenciales de vidas enteras. Por otro lado, si digo que el mar es amarillo ¿Me creerías? Te regalo sus movimientos, si prometes cerrar los ojos fuerte y envolverte en intensidades sensoriales de temperatura y texturas.
Te invito a este plano de arbitrariedades con un solo guiño:
Quitar el centro.
Las cosas son animales, las plantas espacios, los seres pensamientos, las luces consistencias, las estrellas regalos del momento. En esta noche, en este mundo, todo representa cualquier nada y solo de ser necesario, cosas.
Tú eres yo, y yo apenas comienzo el destello desmedido.
La volatilidad de un respiro y el sonido de la calma cargada de plenitud.
La mirada ya nublada distingue que esto es una sensación primigenia.
Canción sugerida: Still Corners- In the middle of the night
Hora muerta
Curiosa
la hora muerta
asoma
su cadáver
afilado
…
E s p e r a
y
o b s e r v a
.
Apresurado
espectro
que
increpa
el
sólido
color
de
mis ropas
,
Lame
su
lengua
afilada
heridas
de
mi cuerpx
desnudx
.
Detiene
la
mirada
en pared
texturizada
(asegurando
el mareo
no emane
de mi
sino
de la
violenta
introspectividad
del reloj)
.
.
.
En seguida
mi memoria
olvida
sus
deberes
mentales
cayendo
en
arbitraje
ocioso
,
mutable
vorágine
de
sacrificios
abyectos
:
Solo flota
la ficcional idea
de ser
el elemento
constituyente
de una
armonía
abstracta
.
Quiero decir
que solo flota
la idea
del elemento
.
Quiero decir
que la armonía
no es abstracta
sino constituyente
.
Quiero decir
:
la curiosa hora muerta
es el elemento
que flota
al ser
y reformula
los algoritmos
en todas sus posibles causas
.
Quiero decir efectos
.
Quiero decir que reformula al ser
y los algoritmos flotan
.
Quiero decir
que la hora muerta
está viva
en la semántica
de mi memoria
,
quiero decir
‘La sombra
que nunca estuvo antes
es la metáfora
de este último verso’
.
Canción sugerida: Do Make Say Think-1978